martes, 11 de febrero de 2014
¡Que así sea!: Maykol, el más pequeño de todos.
¡Que así sea!: Maykol, el más pequeño de todos.: En el centro "Ramón Téllez" de Las Tunas, cursan estudio ciento setenta y siete alumnos. Ciento sesen...
Maykol, el más pequeño de todos.
En el centro "Ramón Téllez" de Las Tunas, cursan estudio ciento setenta y
siete alumnos. Ciento sesenta y siete trabajadores docentes y no docentes
laboran para ellos. Allí recibe didáctica un grupo de escolares con
diagnóstico de hipoacusia y otro con debilidad visual y ciegos.
El más
pequeño de todos es Maykol Alarcón Martínez, quien con poco más de dos años y medio
enfrenta su ceguera, día a día, con la ayuda de la maestra Efigenia Martínez, (Fifi).
La educadora
le enseña lo elemental para saber conducirse e insertarse en el medio; sin
embargo, Maykol aprende mucho más. Sabe cómo se nombra y apellida, la dirección
donde vive, el nombre de sus padres y de
la escuela, el de la directora, su maestra y por si fuera poco, afirma que José
Martí no solo escribió la Edad de Oro, sino también que es el Apóstol de Cuba.
El pequeño
sabe, a través del tacto, reconocer una planta de malanga, sus partes y dónde
está sembrada, la forma de las figuras geométricas y el sonido de los animales.
Le gusta la música y a su resonancia queda atento, identificando una y otra
pieza.
Pero a
Maykol le gusta divertirse también. Disfruta del parque de su escuela y baila y
canta con deseos. Degusta las hortalizas y las frutas fácilmente, porque sabe
que son importantes para crecer. Fifi se lo explica, él lo entiende, tanto como
el cariño que le brinda todos los días su maestra y él lo reciproca diciéndole
que la ama del tamaño del mundo.
Fifi no solo
tiene a ese único alumno de dos años, también le brinda didáctica a Cristian,
otro pequeño invidente de ocho años,
ambos la prefieren porque ella es especial para los dos, su principal
bastón durante el día. Ellos para la maestra, una de las primeras motivaciones en sus mañanas.
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