Una muchacha de tez muy
blanca y seria dio la bienvenida al equipo de reporteros del sitio digital Visión Tunera. Quiso ponernos en contacto con
su director, el licenciado Rafael Clara Machado, pero tuvimos que esperar, el
directivo se encontraba preparando a dos jóvenes profesores y después entró a
un aula para repasar acciones comunicativas en el idioma Inglés, como parte del perfeccionamiento que se pone en práctica en su escuela.
“Sí, hemos incorporado el
idioma Inglés en séptimo grado, como actividad complementaria diseñada en el
currículo de perfeccionamiento del centro”, -explicó el máximo responsable de
la escuela Luis Augusto Turcios Lima,
institución de la provincia de Las Tunas donde estudian alumnos con
discapacidad intelectual.
Pero no es la única novedad
que a simple vista encontramos, en otra
aula, la enfermera Natasha Labrada, madre de Rosabel Brito, una alumna de
séptimo grado también, impartía una charla sobre las consecuencias de quienes
consumen droga.
Allá en el corredor interior
de la escuela, Margarita Perdomo acompañaba a su hijo Rolando Iglesias (Roly) a
un salón multioficio, diseñado para
algunos alumnos con necesidad de mayor aprendizaje, quienes concluyen el noveno
grado y todavía necesitan de más habilidad para insertarse al desempeño de un
oficio en un puesto laboral.
Para ello, la dirección del
centro preparó un local donde los alumnos que concluyen el cuarto ciclo pueden
realizar manualidades, labor de peluquería, cocina y hasta un café degustamos de manos de
ellos: “Desde los cinco años estoy en esta escuela y ya tengo veintidós, por
eso le tengo mucho cariño a mi profesora Caridad que me enseñó a hacer
alfombras, al director…y quiero llegar siempre temprano para participar en los
matutinos...” -expresó sonriente Roly.
La “Turcios Lima” cuenta
con 63 docentes que preparan para la
inserción a la vida socialmente útil a 182 educandos, de primero a noveno
grados, quienes generalmente optan por oficios de panadería, dulcería,
carpintería, arreglo de enseres menores, entre otros.
Uno de los mejores
dividendos del centro es su relación con los padres y familiares de los
alumnos, como nueva forma de trabajo. De
su cercanía han surgido proyectos tan hermosos como uno de artesanía y otro con
la banda de música de la ciudad, en los cuales los alumnos con talento se
convierten en protagonistas de los mismos.
Llevar adelante la enseñanza
especial en Cuba necesita de un potencial humano con alta sensibilidad y
talento, -condiciones que destacan en la “Turcios Lima”- pero también de
recursos para la didáctica y el aprendizaje, que escasean por las barreras del
bloqueo norteamericano.
Aun así, las alternativas y
la creatividad no faltan, y un puesto de labor seguro para quienes optan por
ser la “imagen” de un centro de referencia en el país, como el que se ganó
Liliana, la jovencita de tez blanca y seria, ex alumna de la escuela donde
ahora es recepcionista.