Una publicación para describir e informar

jueves, 27 de agosto de 2015

Pacto con la perseverancia



Rita no se rinde. Es una tunera llena de sueños y que  por años ha cruzado obstáculos heredados principalmente por sus padres, en el afán de protegerla con gran cuidado. Pero ella, al cabo, se da cuenta que pudo haber sido ingeniera, abogada o informática.
“Me quedé sin hijos porque fui cobarde. El consejo que le doy a los jóvenes es que se abran paso, que sean alguien en la vida, que aprendan…     -Así expresa Rita Núñez Pérez y continúa-: Por tener problemas en la visión me limitaban de todo, pensando que en un futuro quedaría ciega, pero ya tengo 49 años y no ha sucedido eso”.
Es una de los cientos de miembros de la Asociación Nacional de Ciegos (ANCI) en la oriental provincia de Las Tunas, y como tal siente todavía insatisfacciones por no haber sido independiente desde su niñez y porque cree que su organización y otras que agrupan a distintos discapacitados, pueden ayudar más a sus afiliados en ese sentido.
Gracias a la ayuda de su compañero, comparten una casa en la urbe tunera: “Yo hago de todo en el hogar, pero me gusta salir con mi esposo, porque cuando intento ir sola a las tiendas, tengo que preguntar por los precios, y en muchas ocasiones las tenderas me dicen que si no veo bien, y eso me hace sentir mal, porque lo considero como un maltrato…” -Afirma Núñez Pérez, pero le reconforta que: “Todavía veo de un ojo, no me he quedado ciega”.
Puede parecer una paradoja que Rita sea una suerte de pétalo frágil y fuerte que se abre paso cada día a las subjetividades del hombre. Le disgusta la sobreprotección, y aún así, mantiene día a día un pacto visible con la perseverancia.




sábado, 8 de agosto de 2015

Del azar y el optimismo



Mamá yo quiero saber / de dónde son los cantantes / que los encuentro galantes / y los quiero conocer (…) Así, al compás de Son de la Loma y con una sonrisa que hace olvidar el más mínimo rezago de amargura, Niuris toma de la mano a Francisco. Él responde con un aparente asedio y ambos se pierden entre las notas de un clásico del cancionero criollo.
Son parte de la Asociación Cubana de Limitados Físicos y Motores (ACLIFIM) de Las Tunas desde hace algunos años. Con ese número musical han alcanzado numerosos premios en la especialidad de danza en varios Festivales artísticos. En el recién concluido, enamoraron a los presentes con su estilo y sazón.
Francisco Cutiño: “El presidente de la Asociación de Manatí, donde yo vivo me pidió que hacía falta conformar una pareja de baile…Lo pensé una y otra vez y al fin le dije que sí. Inmediatamente dijo que me tenía la persona ideal y le pregunté _ ¿quién es?, entonces él me enseñó la foto.
Niuris Barceló: “Cuando me tocó a la puerta él se presentó, dijo que era mi pareja  de baile y yo lo miré de arriba abajo…Pensé que venía de broma, porque ya me habían dicho que a mi nuevo compañero le faltaban las dos piernas y el que tenía delante de mí no era ese…Se sonrió y me dijo._ ¡Yo mismo soy!
Desde entonces, hace alrededor de una década han aportado con su arte muchos reconocimientos a la organización en Las Tunas. Fueron seleccionados recientemente como parte de la veintena de aficionados del Balcón del Oriente cubano que  participará en el Festival Nacional de teatro y danza de la ACLIFIM, en la provincia de Ciego de Ávila, del 5 al 9 de octubre próximos.
En el evento regional oriental de discapacitados, celebrado en las Tunas a principios de junio pasado, tuvieron un destacado desempeño las provincias de Granma, Holguín y la anfitriona.
Obras de teatro como “El caballero de Pogolotti”, del grupo  Los dinámicos, del sureño municipio tunero de Colombia, e “Historia de mi batey”, del colectivo holguinero,  Hilo de plata,  despuntaron junto a las parejas de danza integradas por  Irina Lombillo y Luis Ruz y  Francisco Cutiño y Niuris Barceló, entre otras.
Este último dúo, feliz por ser la ACLIFIM el vehículo perfecto para su reinserción a la sociedad. Así lo considera Cutiño, quien después de haber pasado años muy difíciles por la amputación de sus dos piernas, el baile le devolvió parte de la alegría. Barceló, también ha sido cómplice de ese plan tan bien diseñado por el azar y  el optimismo.