Una publicación para describir e informar

martes, 10 de marzo de 2020

Un dueto excepcional visita Covarrubias


Una nueva pareja rompe con la discreción habitual de Brisas Covarrubias. El sol y el aire de la mañana incitan a los dos huéspedes a usar sus “llamadas” para atraerse y mientras él inspecciona el terreno, ella escoge la mejor habitación en lo alto de una siguaraya, justo al lado de una de las más de cien habitaciones que tiene la instalación.
Son dos pájaros carpinteros, especie de ave piciforme de la familia Picidae, autóctona de los bosques tropicales y subtropicales de California y México; sin embargo, tienen una distribución cosmopolita.
Tal parece que de las 218 especies que existen, los dos picamaderos, han escogido visitar una playa que invita hasta las aves a disfrutar de sus encantos naturales.
¿De dónde vinieron? ¿Cuántos kilómetros recorrieron? ¿Procrearán? ¿Se quedarán para siempre? Son interrogantes que ni los encantos del sitio podrán responder. Mientras tanto, los humanos cuentan con un espectáculo adicional para disfrutar y quién sabe si en la próxima temporada veraniega ya no sea solo una pareja.

Gabo: poesía en estado sólido


“Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma”. Así dijo en una carta el escritor Gabriel García Márquez, cuando anunció su retiro de la vida pública en noviembre de 2013, donde detalla lo que haría si le "regalaran un trozo de vida", como augurio de su muerte.
Y es que el Gabo fue poesía todo hasta el último aliento de su vida, fracturada el 17 de abril de 2014, en la ciudad de México. Escritor, guionista, editor, periodista, dedicó mucho tiempo a la construcción de la noticia, pero la hizo tan exquisitamente, que no se podía deslindar totalmente de la Literatura:
“Considero al periodismo como un género literario al mismo nivel que la novela, la poesía, el cuento y el teatro. Y es importante porque es un género literario con los pies puestos sobre la tierra. La literatura permite evadirse, pero con la formación periodística un cable lo retiene a uno en el suelo”, -decía entre los consejos y opiniones en torno al oficio periodístico.
Su prosa era poesía, aun en la que aparecía en muchos reportajes periodísticos.  Definía la crónica como “un cuento que es verdad”. La frase contiene su esencia doble: a ratos informativa y periodística, pero también estética y literaria.
Cuentos, novelas, numerosos artículos, reportajes y crónicas, figuran entre los géneros más significativos dentro de su amplia obra. En el modo tan sencillo y al mismo tiempo tan peculiar de narrar, se aprecia la poesía que mana desde lo más sutil: “Su destino, en cierto modo, ha sido el de sus héroes, que sólo tuvieron una validez momentánea en cualquier lugar de la Tierra, y que fueron eternos por la fidelidad de quienes los quisieron. Esa es, tal vez, la dimensión más exacta de Hemingway. Probablemente, éste no sea el final de alguien, sino el principio de nadie en la historia de la literatura universal”. (Un hombre ha muerto de muerte natural. 1983)
El Gabo fue poesía, vista aun en su “carta” de retiro de la vida pública, la cual reproducimos íntegramente:
“Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, aprovecharía ese tiempo lo más que pudiera. Posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo  lo que digo.

Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.

Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz.

Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen.

Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma.

A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.

A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese a volar.

A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido.

Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres… He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada.

He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.

He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.

Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrá de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo.

Trata de decir siempre lo que sientes y haz siempre lo que piensas en lo más profundo de tu corazón.

Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma.

Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo, te diría “Te Quiero” y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.

Siempre hay un mañana y la vida nos da siempre otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré.

El mañana no lo está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si mañana nunca llega, seguramente lamentaras el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo.

Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles, “lo siento” “perdóname”, “por favor”, “gracias” y todas las palabras de amor que conoces.

Nadie te recordará por tus nobles pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos.

Finalmente, demuestra a tus amigos y seres queridos cuanto te importan".