Una publicación para describir e informar

viernes, 21 de julio de 2017

Tecnología Vs Vida



La niña que conocí -esperando en una cola- me hizo reflexionar sobre estas líneas que deben apelar, más que al didactismo, a la alerta; aun cuando como periodista solo estoy en desventaja e indefensa ante la arremetida de tecnología que cada vez enajena al ser humano.

La pequeña que me inspiró apenas tenía dos años y ya comandaba una tablet  que parecía una pantalla de televisor, -comparándola con su delgada y sencilla figura. Ella verdaderamente parecía feliz,  operaba juegos que a todas luces juzgaban de acuerdo con su edad y un poco más, pero instructivos y agradables.
Ante mi admiración pregunté a la madre la edad de la bebita y aproveché para conocer más acerca de la tecnología y los infantes de dos años. Quedé perpleja al ver la señora preguntándole algo a la niña y ella continuaba con su trabajo en la pantalla sin devolverle la más mínima respuesta ni ninguna señal al respecto.
Pero mi asombro cobró más fuerzas cuando la mamá dijo que la hija instala los juegos, los elimina cuando no los quiere y que llora durante el tiempo de carga del equipo.
Yo asentí, pero dejé escapar un gesto de  admiración y compasión al mismo tiempo.  Estaba sin dudas frente a una posible científica de mi país, pero también  de cara a una naciente esclava de la tecnología.
Si hoy podemos contar con insospechados recursos tecnológicos, ¿qué vendrá cuando la princesa de la tablet tenga edad para concluir la Universidad? Ella y quién sabe si su madre, no conocen que todavía los diccionarios no explican algunas frases y términos propios de los últimos adelantos de la Informática.
En un plano menos ingenuo, la tecnología cobra cuenta a otros confiados. Yo no sé si mi pueblo tiene las más altas estadísticas, pero ni decir el número de personas que se  han visto traicionadas por el uso de celulares, tablets y audífonos.
Hace poco la ciudad amaneció con la noticia de que un tren  había irrumpido contra una muchacha de veintiocho años, mientras usaba audífonos y maniobraba un celular muy cerca de los rieles. Cuentan que le gritaban alertándola del peligro, pero ella, ensimismada…no escuchó más.
La tecnología te hace ver el ser más actualizado y a su vez más traicionado. Cada vez queda lejísimo el jugar a la rueda rueda, contarle secretos a la madre, que el padre lea cuentos a los niños para dormir, tener entre manos la última novedad de libros o revistas, o narrar la historia del día, juntos a la mesa.
La humanidad avanza a ritmo acelerado. No escapa a los últimos adelantos de la ciencia, pero yo, cada vez más, quisiera  ir contracorriente.